El actual capitán es un claro ejemplo. Ayoze Alonso llegó al Tizona con 27 años en Liga EBA, y desde entonces ha subido de categoría para pasar por LEB Plata y LEB Oro tanto con los burgaleses, como en el C.B. Peñas Huesca.
Posteriormente, en la campaña 2021/22 llegaron al primer equipo tanto Alberto ‘Totte’ Alonso, como Dídac Cuevas. La siguiente campaña, ambos jugadores firmaron el ascenso a LEB Oro, junto con el regreso de Ayoze. En el caso de Totte, el burgalés salió cedido al año siguiente al Odilo FC Cartagena CB, logrando un nuevo ascenso a Oro. Ambos ascensos le han valido formar parte de la primera plantilla en Primera FEB esta campaña.
En esa 22/23, el Tizona batió todos los récords de LEB Plata, perdiendo tan solo un partido durante toda la liga regular. Además de los ya mencionados, también se unieron al proyecto burgalés hombres como Rodrigo Seoane y David Gómez.
Este último realizó un año tan notable que entró en la convocatoria de la Selección U19 con la que disputó el Mundial de Debrecen, Hungría. Dentro de esa nueva generación, llamada los Golden Boys 2.0, Gómez conquistó el oro mundial, emulando a la generación de los Juniors de Oro que en el 1999 se erigieron como los mejores juniors del panorama mundial.
Por otro lado, Seoane también realizó una gran temporada, lo que le valió la renovación para regresar a la LEB Oro tras su etapa en Plata. El alero gallego mejoró aún más sus prestaciones a pesar del salto de categoría, destapándose como un gran defensor y tirador excelso. Tras ello, Seoane volvió a renovar por el Tizona, convencido de la importancia de progresar junto con la Marca Tizona.
La campaña 23/24 también sirvió para la revalorización de muchos otros jugadores. El ya mencionado Cuevas salió en enero rumbo a la Liga Endesa, al Casademont Zaragoza. Con los maños disputó tanto acb como Eurocup.
La salida del base propició la llegada de otro Golden Boy 2.0: Mario Saint-Supéry. El jugador malagueño tuvo claro que la Marca Tizona sería la que más le ayudaría a progresar en una gran liga, y por eso llegó cedido desde el Unicaja de Málaga. Saint-Supéry deslumbró desde el primer día, con un fulgurante debut ante Alimerka Oviedo con 14 puntos y un mate para el recuerdo. En playoffs se erigió como uno de los líderes del equipo y ayudó al Tizona a disputar su primera Final Four.
Tras su exitosa temporada en Burgos, Mario ha dado el salto a la Liga Endesa. El malagueño ya deja muestras de su talento en el Baxi Manresa.
Otro de los más importantes durante la postemporada fue Arnau Parrado. El catalán se convirtió en una pieza clave, y realizador de remontadas. Al igual que con Cuevas, despertó el interés del Casademont Zaragoza, y únicamente una lesión truncó sus posibilidades de jugar en acb con los maños. Sin embargo, Parrado decidió regresar al Tizona, confiando en repetir la fórmula que le llevó a la Liga Endesa.
Otros jugadores, como Ramón Vilà o Jacobo Díaz, llegaron a Burgos buscando los minutos que no estaban teniendo en sus equipos. Con su trabajo y esfuerzo lograron recuperar esa importancia que buscaban, y renovaron para seguir con esa progresión. También destacó Gerard Jofresa, como uno de los mejores tiradores de toda la categoría, quien regresa a la liga de la mano del HLA Alicante.
Todos estos casos han provocado que en la nueva temporada, el Tizona pueda contar con otros jugadores muy cotizados. El primero de ellos: Jordi Rodríguez. Integrante de los Golden Boys 2.0 emuló a su compañero Saint-Supéry, bajando de categoría para tener minutos y despuntar.
Además el Tizona ha logrado firmar a otra de las piezas del mercado más queridas. Jaume Lobo fue uno de los hombres claves en el ascenso del ICG Força Lleida a la acb. Tras su desvinculación con los catalanes, Lobo escogió al Tizona como su siguiente club, siguiendo la estela de los que se han beneficiado de la Marca Tizona.
Por último, este éxito no se resume tan solo a jugadores. Diego Ocampo lideró el proyecto de ascenso desde LEB Plata hasta Oro en los banquillos. Tras dos temporadas de récord, el técnico gallego regresó este mismo verano a la Liga Endesa. Allí entrenará al Baxi Manresa, y volverá a coincidir con Mario Saint-Supéry.
La Marca Tizona ha beneficiado a estos jóvenes, revalorizando así el baloncesto español.
