Esta sesión estuvo centrada en reforzar el valor del trabajo en equipo, algo muy presente tanto en el alpinismo como en el baloncesto.
Para comenzar, Álvar Hernando, gerente de Campo Base, realizó una charla para todos los jugadores en la que destacó el valor del trabajo en equipo, comenzando por el mundo animal, en el que destacaba, por ejemplo, la forma de cazar en grupo de los lobos, para posteriormente centrarse en casos reales y anécdotas de expediciones conjuntas.
Tras la charla, comenzó el ejercicio práctico, en el que los jugadores desarrollaron la confianza en unos y otros por pareja. En este caso, un individuo escalaba por la pared hasta una marca determinada, atado con cuerdas a su compañero, y luego se dejaba caer. El que se quedaba abajo, gracias al sistema de seguridad, servía de amortiguador de la caída y así podían bajar tranquilamente.
De esta forma, el jugador que se dejaba caer tenía que confiar en que su compañero iba a asegurar su caída y reducir el impacto contra la pared.
A pesar de los nervios iniciales, todos los integrantes del primer equipo, e incluso el cuerpo técnico, realizaron sus turnos escalando y “cayendo”, mejorando así la confianza de los unos en los otros, y completando así un gran Team Building en el que todos disfrutaron.