El Tizona Universidad de Burgos sufre en la pista del Rioverde Clavijo, segundo clasificado, para sumar el octavo triunfo de la temporada y seguir invicto una jornada más. El conjunto dirigido por Diego Ocampo, atascado en ataque en varias fases del partido, perdió una renta de quince puntos en un pésimo arranque del último cuarto con casi cinco minutos sin anotar. Sin embargo, la entrada de Garmine Kande abría el camino de la victoria en un partido sumamente igualado, donde los detalles decantaron el triunfo.
El partido comenzó con dos equipos que se demostraron un exceso de respeto, agotando posesiones y basando su juego en la defensa. Fruto de ello fue el bajo porcentaje de acierto y de puntuación con el que acabó el primer cuarto (10-13).
Tras el parón, el partido continuó con el mismo guion. Mucha presión de ambos conjuntos y falta de ideas en el ataque. Los pupilos de Diego Ocampo comenzaron a ver hueco bajo el aro y lo aprovecharon para abrir el partido con una gran aportación de Papi Diene que con cuatro puntos consecutivos iniciaba un parcial de 7-0 que acabaría con el 2+1 de Ayoze Alonso para ampliar la diferencia hasta los diez puntos a falta de 2:34 para el descanso.
El parón del juego obligado para Jenaro Díaz hizo que el ritmo del partido se endiablara con un Clavijo en busca de recortar distancias a costa de una pobre defensa que aprovechaba el Tizona para mantener la renta. Un ritmo que frenó Diego Ocampo para planificar un final de cuarto más tranquilo que ampliaría la diferencia en el marcador hasta el 25-38 con el que se llegaría al intermedio.
El devenir del partido hizo que el pase por vestuarios devolviera la cautela a los protagonistas que saltaron a la pista de nuevo con respeto y numerosos errores. El equipo dirigido por Diego Ocampo se atascó en la pintura, pero manteniendo el tipo con una gran defensa que evitaba que el Clavijo recortara distancias.
Ale Bortolussi probaba fortuna desde el exterior en un partido marcado por el paupérrimo acierto de triples para colocar una nueva ventaja máxima de 15 puntos en el marcador (26-41). Con apuros, los burgaleses se cargaban de faltas ante un rival que tampoco aprovechó el tiro libre, acabando el partido con tan solo un 54% de acierto, manteniéndose la diferencia entre ambos conjuntos hasta los últimos tres minutos del cuarto cuando un parcial de 7-0 para los locales obligaba a Diego Ocampo a parar el encuentro (38-45).
La pizarra volvía a funcionar y la entrada del avión Garmine Kande devolvía la tranquilidad al cuadro castellano (39-53) con cuatro puntos del pívot, dos tiros adicionales anotados por Joe Cremo y la canasta de Ayoze Alonso a falta de veinte segundos para el final. Miguel de Pablo, desde la línea de tiro libre, establecía el 41-53 con el que comenzaría el último cuarto.
Con el tiro exterior en números rojos, el Tizona debía buscar la pintura como opción de ataque, pero Abdou Thiam quedó anulado bajo el aro por la defensa riojana y dejando al equipo de Ocampo muy tocado y sin ideas a merced de un rival que poco a poco conseguía recortar distancias, consiguiendo Juan Coffi el 50-53 con tan solo 5:36 para acabar el partido.
Con el Tizona sobre las cuerdas, Papi Diene recuperaba el terreno perdido bajo el aro rascando un 2+1 en busca de la tranquilidad. Pero el Rioverde Clavijo no había dicho aún la última palabra. Miguel de Pablo marcaba desde la línea de tres para mantener el pulso.
Los tiros libres iban a tomar de nuevo el protagonismo. Totte Alonso no fallaba sus opciones y Dídac Cuevas finalizaba una jugada con otra nueva canasta para devolver la tranquilidad (53-60), obligando a Jenaro Díaz a pedir un nuevo tiempo muerto en busca de su última bala.
Garmine Kande machacaba el aro cuando el cronómetro marcaba tan solo tres minutos para acabar el partido y Javier Nicolau conseguía la réplica para mantener la renta. El rejoj corría y de nuevo Kande acercar la diferencia de nuevo a los diez puntos (55-64).
La tensión era patente en pista y Jenaro Díaz era sancionado con una falta técnica que Joe Cremo aprovechaba para devolver la decena a la renta.
Con el partido prácticamente decidido y un Clavijo exhausto debido a las bajas con las que llegaba al encuentro, perdía una y otra ocasión de recortar distancias desde el tiro libre para llegar a un final de partido donde Javier Nicolau maquillaba el marcador sobre la bocina, sufriendo la falta personal de Joe Cremo pero errando el último tiro adicional, dejando un marcador final de 58 a 71 para un Tizona que dormirá una semana más en lo más alto de la clasificación y con un colchón de dos victorias sobre el grupo perseguidor compuesto por Zornotza, Clavijo y Algeciras.
Semana para disfrutar y revisar errores antes de recibir el próximo domingo en El Plantío al Baloncesto Talavera a partir de las 18:00 horas.
DATOS DEL PARTIDO:
RIOVERDE CLAVJIO: Juan Coffi (10), Miguel de Pablo (8), Rob Ukawuba (12), Gonzalo Iglesias (11) y Javier Nicolau (8). También jugaron: Hugo Arbosa (5), Serigne Diakhate (1) y David Sainsbury (3). Entrenador: Jenaro Díaz.
CLUB BALONCESTO TIZONA UNIVERSIDAD DE BURGOS: Dídac Cuevas (10), Joe Cremo (11), Totte Alonso (14), Ale Bortolussi (7) y Abdou Thiam (-). También jugaron: Peter Stümer (2), Papi Diene (10), Garmine Kande (10) Rodrigo Seoane (-) y Ayoze Alonso (7). Entrenador: Diego Ocampo.
Parciales: 10-13 / 15-25 (25-38) / 16-15 (41-53) / 17-18 (58-71)
Fotos: Cortesía de Carlos Bernabé – CB Clavijo.